La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta al sistema nervioso central (SNC), el centro de mando del organismo formado por el cerebro, el cerebelo, el tronco cerebral y la médula espinal. El SNC es el responsable de recibir y procesar la información que hay en nuestro entorno, desde la vista, los sonidos y los olores, hasta sensaciones como el dolor o la temperatura. Además, es el que emite las órdenes al resto de nuestro organismo para provocar acciones como los movimientos o el lenguaje.

El SNC está formado por billones de neuronas interconectadas entre sí que crean fibras nerviosas. Las fibras nerviosas están rodeadas y protegidas por la mielina, una sustancia compuesta por proteínas y grasas, que facilita la transmisión de los impulsos eléctricos. En la EM la mielina se deteriora dando lugar a placas de desmielinización que se distribuyen en diferentes localizaciones y provoca la aparición de los síntomas, al impedir una adecuada transmisión de los impulsos eléctricos.

El número de personas con EM varía en función del país y la zona geográfica en la que nos encontremos. En los últimos años, la prevalencia (el número de personas con una enfermedad determinada durante un periodo de tiempo concreto) ha aumentado en algunas zonas del mundo como España, fundamentalmente en las mujeres. En la actualidad, aproximadamente hay en nuestro país 1 persona con EM por cada 1.000, es decir, alrededor de 46.000 personas.

  • La EM es una enfermedad neurología heterogénea: se manifiesta de forma diferente en cada persona y sus síntomas varían en tipología e intensidad.
  • Aparece en adultos jóvenes y es la primera causa de discapacidad no traumática en este grupo.(PV).
  • 2.800.000 personas tienen EM en el mundo; 1.000.000, en Europa, y más de 55.000, en España (se considera una zona de riesgo medio-alto), de las cuales un 75% son mujeres.
  • Prevalencia en España: 120 casos por 100.000 habitantes.

 


 

Pero… ¿por qué se produce la Esclerosis Múltiple?

 

La causa de la EM es desconocida, pero los investigadores creen que es consecuencia de la combinación de factores genéticos y ambientales que provocan que las células de nuestro sistema inmunitario ataquen al sistema nervioso. La misión del sistema inmunitario es defender nuestro organismo frente a amenazas externas como virus y bacterias. Sin embargo, en las enfermedades autoinmunes como la EM, nuestras defensas atacan al propio organismo y, por tanto, el sistema inmunitario se convierte en el agresor: nos ataca en lugar de protegernos.

Aunque como ya hemos explicado que la causa puede ser una combinación de factores ambientales y genéticos, la EM no está considerada una enfermedad hereditaria. Sin embargo, sí hay una susceptibilidad genética, es decir, tenemos más riesgo de tener EM si hay algún familiar que padece la enfermedad.

 

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Fuente: Libro “Cuestiones más frecuentes de Esclerosis Múltiple” realizado con el apoyo y colaboración del Dr. Ángel Pérez Sempere