La disartria es un trastorno con diversos síntomas que tienen lugar tras una lesión de origen neurológico, ya sea del sistema nervioso central o del periférico, capaz de afectar a las estructuras o conexiones neuronales que afectan al control motor del habla.
Por ello puede afectar a la respiración, la fonación, la articulación, la resonancia y la prosodia, debido a alteraciones en la fuerza, el tono, la velocidad y la coordinación de los movimientos de los órganos implicados en el habla.
Todo esto hace que la sintomatología de cada paciente sea diferente, sin embargo, el trabajo en el área de la respiración cobra gran relevancia en todos la disartria, puesto que trabajarla nos va a servir de apoyo para mantener la coordinación fono-respiratoria, la fuerza y la función de los músculos respiratorios, permitiendo además una mejor tolerancia al ejercicio físico al reducir la fatiga (en aquellos ejercicios de brazos puedes utilizar objetos como pesas, pelotas…).
Debido a este motivo, a continuación se presentan una serie de ejercicios que puede realizar en casa sin ninguna dificultad, y sin importar si lo hace de pie o sentado.
Ejercicios de relajación y respiración. –> Inspiración nasal y espiración bucal
- Comienza inclinando la cabeza hacia adelante, mientras realizas una inspiración profunda, llenando la parte inferior de los pulmones, notando como sube la tripa. A continuación realiza la espiración llevando la cabeza a su posición normal. Ahora puedes realizar la siguiente inspiración subiendo la cabeza hacia arriba y tras ello espíralo bajando de nuevo la cabeza a su posición inicial.
- Tras ello realiza la siguiente inspiración girando la cabeza al lado derecho y después vuelve a llevar la cabeza a su posición inicial soltando el aire. Ahora de nuevo, realiza una inspiración girando la cabeza hacia el lado izquierdo y volviendo la misma a la posición del medio una vez vaya espirando el aire.
- El siguiente ejercicio se realiza cogiendo aire mientras flexionas lateralmente el cuello, como si pretendieras tocarte el hombro con la oreja derecha, y una vez conseguido expulsa el aire por la boca volviendo la cabeza a su posición inicial. Luego repite el mismo ejercicio hacia el lado izquierdo.
- En este momento, inicia un movimiento circular hacia el lado derecho con el cuello, como si quisieras dibujar un círculo grande con la nariz, y realiza una inspiración profunda, una vez que hayas terminado de coger aire, empieza a soltarlo por la boca mientras continúas el movimiento circular. Realiza del mismo modo el ejercicio pero realizando el movimiento hacia el lado contrario (realiza toda la serie anterior tantas veces como te resulte cómodo).
- Ahora pasamos a realizar la respiración moviendo los hombros y los brazos, de modo que puedes comenzar elevando los hombres mientras realizas una inspiración profunda, tras la cual podrás bájalos, relajándolos, mientras exhalas el aire por la boca.
- La siguiente modalidad consiste en inspirar mientras haces girar los hombros hacia delante, imaginando que hacer círculos con los mismo, mientras que después en la espiración puedes cambiar la dirección y realizar los círculos hacia atrás. Una variante de este ejercicio es realizar primero movimientos hacia delante, incluyendo inspiración y espiración y en segundo lugar, hacia atrás.
- Es momento ahora de subir de frente y hacia arriba el brazo derecho mientras realizas una inspiración profunda y después bajarlo realizando la espiración bucal. A continuación realiza el mismo movimiento con el brazo izquierdo. Puedes hacer este ejercicio o bien subiendo las manos de una en una o bien las dos a la vez.
- Ahora sube ambos brazos hacia arriba pero de manera lateral, mientras realizas la inspiración para una vez llevado a cabo, soltar el aire por la boca bajando los brazos.
- Colócate en este momento tumbado boca arriba, puedes colocar encima de tu tripa peso, como por ejemplo, una bolsa de legumbres, algún libro… y comienza a realizar la inspiración notando como sube su tripa al hacerlo. Después comienza a expulsar el aire notando como desciende su tripa.
A este ejercicio puedes añadirle movimientos de brazos:
- Entrelaza, si te es posible, ambas manos y desde la tripa sube los brazos hacia arriba, sobrepasando tu cabeza en caso de que te sea posible.
- Como si hicieras una cruz tumbado, abre tus brazos cama y tras ello súbelos hacia arriba como si quieras tocar el techo.